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¿Cómo presentar a dos perros?

El hecho de que los perros sean seres sociables no implica necesariamente que tengan que llevarse bien con todos los demás miembros de su especie. Muchas veces se producen conflictos entre canes, ya sea por falta de habilidades sociales, por problemas para emitir o interpretar señales comunicativas, por sobrexcitación o por una mala gestión de los tutores cuando, por ejemplo, insisten o fuerzan a los animales a interactuar entre ellos aún cuando estos no quieren hacerlo o se sienten incómodos.

Aspectos a tener en cuenta antes de presentar a dos perros

Los perros son animales gregarios, lo que significa que necesitan relacionarse e interactuar con otros individuos, incluidos otros miembros de su propia especie. No obstante, las presentaciones entre dos perros no siempre salen bien, pues en ocasiones se generan conflictos entre ellos que pueden terminar incluso en una pelea.

El primer paso para poder prevenir dichos conflictos pasa por conocer muy bien a tu perro, su temperamento, sus preferencias y sus habilidades sociales. Esto puede resultar más sencillo si has sido tú quien lo ha criado desde cachorro, pero si has adoptado a un can adulto o te estás planteando hacerlo, es importante que te informes todo lo que puedas acerca de sus experiencias previas. La separación temprana de la madre, la falta de socialización, el aislamiento, los malos tratos, el dolor físico, el estado hormonal alterado, las experiencias traumáticas e incluso la genética del perro y su entorno son algunos de los motivos por los que el can puede desarrollar dificultades a la hora de comunicarse eficazmente con sus congéneres.

Por otro lado, resulta imprescindible que, como tutor, aprendas a interpretar las señales de tensión que emite tanto tu perro como los demás canes cuando se encuentran en una situación incómoda. Antes de iniciar una pelea, los perros se mandan mensajes a través de su expresión facial y corporal para alertarse e intentar disuadirse. Saber identificar dichos movimientos resulta muy útil para poder intervenir en caso de ser necesario y así evitar el conflicto.

Algunas de las señales previas a una potencial pelea son las siguientes:

  • Mirada dura y fija.
  • Músculos en tensión.
  • Inmovilidad o paso muy lento.
  • Cola rígida y alta.
  • Cabeza erguida y orejas orientadas hacia delante.
  • Mandíbula cerrada con fuerza.
  • Piloerección.
  • Hocico arrugado enseñando los dientes.
  • Gruñidos graves.

Si tu perro tiene problemas de conducta o te gustaría entenderle y comunicarte mejor con él, un educador o etólogo canino te puede ayudar en este sentido.

¿Cómo presentar a dos perros en la calle?

Durante los paseos con tu perro es normal que te encuentres a otros tutores caminando junto a sus canes, lo que le ofrece a tu peludo la oportunidad de socializar. Antes de iniciar cualquier acercamiento, debes fijarte en la expresión corporal de ambos animales. Aunque tu perro sea sociable y quiera acercarse a saludar, no sabes si el otro can tiene las mismas ganas de interactuar que el tuyo, por lo que lo más sensato en caso de duda es preguntar a su tutor si te puedes acercar a ellos.

Aunque te diga que sí, nunca fuerces un acercamiento directo si observas señales de tensión, inseguridad o miedo en alguno de los dos perros o si estos comienzan a tirar desesperadamente de la correa para acercarse más rápido al otro individuo. Una aproximación demasiado brusca e invasiva por parte de alguno de los animales puede generar mucho malestar en el otro y quizá no sea capaz de gestionar bien la situación y reaccione de forma indeseada. Si tu perro se muestra muy excitado o nervioso, continúa con el paseo, deja que olfatee y explore el entorno y espera a que esté más tranquilo antes de juntarlo con otros perros.

Si los perros se muestran relajados y ambos desean saludarse, te puedes acercar con calma e intentando no tensar la correa en ningún momento. Los perros con buenas habilidades sociales y que no desean iniciar un conflicto evitan el contacto visual directo y no se acercan de frente, sino que dan un pequeño rodeo para situarse en el lateral del otro individuo y así comenzar a olfatearle el trasero. El nivel de excitación del animal determinará la altura y la velocidad de movimiento de su cola, pero su expresión facial mantendrá un gesto relajado y amable.

Lo más recomendable para finalizar la interacción es esperar a que sea alguno de los perros quien decida terminarla y continuar con el paseo. Si ninguno parece dispuesto a hacerlo u observas que empiezan a jugar con demasiada intensidad, puedes probar a llamar la atención de tu perro y reforzar que se aproxime a ti mientras os alejáis. En la medida de lo posible, evita tirar a tu perro de la correa, agarrarlo o cogerle en brazos como forma de terminar la interacción.

¿Cómo presentar a dos perros en casa?

Si lo que queremos es introducir a un segundo perro en casa o llevar a nuestro peludo a una casa ajena en la que ya vive uno o más perros, debemos tener en cuenta una serie de cosas a la hora de presentar a dos perros para que se lleven bien. En primer lugar, la invasión brusca de un espacio que el perro considera como propio puede ser un desencadenante de conflicto, especialmente si se produce por parte de un can desconocido o con el que no se tiene una buena relación previa. Para evitar esto, se debe presentar previamente a los perros atados con sus correas en un lugar neutro, como la calle, un patio o el parque. Una vez que los perros se hayan podido saludar y olfatear mutuamente, lo más recomendable es dar un paseo juntos para que se puedan conocer mejor y relajarse. Al finalizar el paseo, irán juntos a casa y, por precaución, el perro invitado entrará primero y se le dará la oportunidad de explorar el espacio sin el otro animal presente. Solo cuando veamos que ambos se sienten cómodos, los podemos soltar y dejar que se relacionen libremente entre ellos. No obstante, si llegado el momento todavía no te sientes seguro acerca de la reacción que puedan tener, lo ideal es contar con una valla o puerta auxiliar instalada en casa que ejerza de barrera física entre los animales, pero que les permita verse y olfatearse sin problemas para ir habituándose el uno al otro.

Un punto fundamental a tener en cuenta cuando metemos en la misma casa a dos o más perros es que en ese entorno debe haber siempre más recursos valiosos que perros. Es decir, debemos colocar varias camas y comederos independientes, dos o más bebederos separados y una cantidad suficiente de juguetes o entretenimientos para que los canes no sientan la necesidad de defender ningún recurso o pelearse por el acceso a él, ya que el principal motivo de disputa en este contexto es la escasez de dichos recursos.

Estas técnicas sirven tanto para presentar a dos perros machos como para dos perras o un macho y una hembra. Una vez realizada la presentación, te recomendamos consultar nuestro artículo sobre Cómo introducir un segundo perro en casa para conocer el resto de cosas a tener en cuenta.

Errores frecuentes durante la presentación de dos perros

En muchas ocasiones, una pelea entre dos perros tiene su origen en una mala gestión por parte del tutor y no en un problema real entre los propios animales, pues, sin quererlo, es posible que nuestra forma de actuar, nuestros movimientos o nuestras palabras desencadenen un conflicto indeseado entre los perros.

A continuación, enumeramos algunos errores frecuentes que pueden desencadenar una disputa canina:

  • Mostrarnos nerviosos. Si tu perro ha presentado en el pasado conductas reactivas, problemas a la hora de relacionarse con otros canes o se ha visto previamente involucrado en alguna pelea, es normal que tengas miedo de que vuelva a ocurrir. Esta inseguridad por tu parte puede hacer que te comportes de forma extraña y tensa cuando otros perros se aproximan al tuyo. Sudar, sujetar la correa con más fuerza o cambiar el ritmo de la marcha y el tono de voz son señales que tu perro puede detectar fácilmente y que le pueden poner en alerta, haciendo que reaccione aún con más intensidad.
  • Tensar la correa. En muchísimas ocasiones, cuando un tutor no se siente seguro ante la reacción que puede tener alguno de los animales durante una presentación, tiende a mantener la correa tensa y a dar tirones para alejar a su perro del otro. Lo que mucha gente no sabe es que la tensión en la correa es uno de los principales desencadenantes de pelea entre dos perros que van atados, pues no permite que estos se relacionen con libertad de movimientos y genera muchas interferencias comunicativas. La situación empeora si el perro lleva un collar de castigo o algún elemento de sujeción incómodo como el enganche de hocico.
  • Soltar al perro sin tener una buena llamada. Cuando pasees con tu perro suelto es importante que lo lleves por una zona despejada por la que no pasen perros atados o bien que tengas muy bien entrenado el ejercicio de la llamada para evitar que tu perro se aproxime a otro que lleva puesta su correa. Aunque tu peludo sea sociable, no sabes si los otros perros lo son o si están entrenando junto a sus tutores, por lo que debes evitar que corra hacia ellos o invada su espacio. Descubre Cómo enseñar a un perro a acudir a la llamada si todavía no lo has entrenado.
  • Abusar del parque para perros. Lo importante a la hora de socializar a tu perro es la calidad de las interacciones y no la cantidad de estas. Llevar a tu perro todos los días a un pipicán o parque canino puede acabar resultando contraproducente, pues este es un espacio limitado donde se llegan a juntar una enorme cantidad de perros de distinta edad, tamaño y temperamento y que, además, tienden a agolparse en la puerta del recinto para saludar de forma invasiva a todo el que entra. Como consecuencia, en estos lugares a veces existe muchísima tensión entre los perros y es fácil que alguno de ellos acabe "explotando" e iniciando una pelea, a la que los demás pueden unirse.
  • Sobreproteger al perro. Algo que ocurre muy a menudo, especialmente con perros de talla pequeña, es que los tutores temen que otros canes les puedan dañar y tienden a coger en brazos a sus peludos o a separarlos bruscamente de otros animales para evitar la interacción. Haciendo esto, el perro puede aprender que el resto de canes son una amenaza y es probable que desarrolle problemas de comportamiento derivados del miedo y de la inseguridad.
  • Introducir al nuevo perro de golpe. En muchas ocasiones, probablemente por falta de información, se tiende a introducir al nuevo perrito de golpe, sin previa presentación o llevando a cabo una presentación inadecuada. Como hemos visto, cuando adoptamos un nuevo perro y ya convivimos con uno, es fundamental realizar una presentación inicial en un territorio neutral para ambos a fin de evitar una disputa. Esto es especialmente importante cuando el nuevo integrante es un cachorro, puesto que, además de repercutir en su relación con su compañero, influye en su socialización. Si quieres presentar a dos perros que van a vivir juntos, recuerda seguir los pasos del apartado anterior para lograr una buena convivencia.