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¿Qué comen los caballos?

Los caballos son animales con un aparato digestivo especialmente sensible. De hecho, uno de los principales motivos de consulta en la clínica equina son los cólicos gastrointestinales. Aportar una alimentación adecuada y adaptada a cada situación es, sin duda, uno de los pilares que ayuda a mantener la salud gastrointestinal de estos animales. Pero, ¿sabes de qué se alimentan los caballos?

¿Cómo es la alimentación del caballo?

Los caballos son animales herbívoros que tienen un aparato digestivo específicamente diseñado para digerir y asimilar productos de origen vegetal:

  • Su estómago es pequeño: puesto que no es un órgano de almacenamiento. La velocidad de paso del alimento por el estómago es muy rápida, y en él únicamente se realiza la pre-digestión de la fracción fibrosa, la fracción nitrogenada y una pequeña proporción de los carbohidratos (concretamente, los carbohidratos solubles).
  • Su intestino delgado tiene una longitud de entre 16 y 24 metros: en él, se realiza la digestión enzimática y la absorción de los carbohidratos solubles, el almidón, la proteína, las grasas y la mayoría de los minerales.
  • Su intestino grueso es muy voluminoso: de hecho, llega a tener un volumen de hasta 180-220 litros. A diferencia del estómago y del intestino delgado, en el intestino grueso el tránsito es lento, puesto que es el lugar en el que se digiere la fibra. La microbiota (microorganismos beneficiosos) presente en el intestino grueso, transforma los carbohidratos estructurales (fibra) en ácidos grasos volátiles, que se absorben y son utilizados como fuente de energía.

De forma general, los caballos basan su alimentación en el consumo de productos de origen vegetal. Sin embargo, la composición específica de su dieta varía considerablemente en función de la actividad a la que se dedican (caballos de competición, de ocio, de compañía, etc.) y en función del régimen en el que viven. Si quieres descubrir en qué se diferencia la dieta de un caballo doméstico de la de un caballo silvestre, no te pierdas los siguientes apartados.

¿Qué come un caballo doméstico?

Para explicar qué comen los caballos domésticos, primero debemos diferenciar los distintos regímenes en los que se pueden mantener estos animales:

  • Estabulación: son animales que se mantienen permanentemente estabulados, aunque diariamente salgan del box para hacer ejercicio. Suele ser el régimen en el que se mantienen los caballos de deporte o de ocio.
  • Extensivo: son animales que viven permanentemente en prados, en condiciones de semilibertad. En este régimen suelen mantenerse los animales de razas autóctonas, que están bien adaptados a las condiciones del medio en el que viven.
  • Semiextensivo: son animales que habitualmente viven en un prado cercado pero que, o bien por la noche, o bien cuando no hay pasto suficiente o existen condiciones meteorológicas desfavorables, se estabulan.

Dieta del caballo estabulado

La alimentación del caballo estabulado debe incluir los siguientes elementos:

  • Forraje: es la base de la alimentación del caballo. Se pueden emplear forrajes henificados (heno), forrajes deshidratados (en forma de pellets), ensilados o henolaje, aunque la mejor opción es aportar un heno de calidad. Cabe destacar que la alfalfa no se debe aportar en grandes cantidades, puesto que tiene unos niveles de proteína demasiado elevados.
  • Concentrado (pienso de cereales): es la parte de la ración más energética. Uno de los cereales más utilizados es la avena, ya que tiene mucha fibra y poco almidón. El cualquier caso, es preferible que los cereales utilizados en los piensos estén tratados, ya sea con calor, machacados, descascarillados, etc.
  • Alimentos complementarios: incluyendo piedras de minerales (especialmente en caballos de deporte, que tienen una sudoración profusa), complejos multivitamínicos, y hortalizas o frutas (como zanahorias, manzanas, etc.).

La ración diaria, entre el concentrado y el forraje, debe representar entre el 1,5 y el 2% del peso del animal. No obstante, la cantidad puede llegar a incrementarse hasta el 2,25% en animales que realizan un ejercicio intenso, o incluso hasta el 2,5% en yeguas gestantes o lactantes, potros en crecimiento o caballos que realizan un ejercicio muy intenso.

La proporción entre forraje/concentrado también es importante. Generalmente, suelen aportarse en proporción 50/50, aunque en caballos con mayor demanda energética, puede aumentarse la cantidad de concentrado con respecto a la de forraje. No obstante, nunca se debe reducir la cantidad de forraje por debajo del 35%.

Dado que los caballos son animales con un aparato digestivo delicado, se recomienda distribuir la ración diaria en 2 o 3 tomas, y siempre que sea posible, se deben administrar todos los días a las mismas horas. Además, se recomienda que tengan periodos de descanso, de aproximadamente una hora, antes y después de la comida. Es decir, se debe evitar que los animales hagan ejercicio tanto antes como después de comer.

Dieta del caballo en extensivo

Los animales que viven en extensivo tienen una alimentación basada exclusivamente en el pastoreo y el ramoneo. En estos casos es habitual que, para aprovechar mejor los pastos y asegurar la disponibilidad del alimento durante todo el año, se rote a los animales entre distintas cercas o se practique la trashumancia.

Los caballos en extensivo únicamente consumen forrajes verdes, los cuales contienen una gran cantidad de agua y poseen un bajo valor energético. A diferencia de los caballos estabulados, estos animales no tienen una fuente concentrada de energía en su dieta, de ahí que dediquen largos periodo de tiempo a comer (tanto de día como de noche). Tanto es así que un caballo en extensivo puede pasar hasta 18 horas al día comiendo.

Dieta del caballo en semiextensivo

El régimen semiextensivo es aquel en el que el pastoreo se combina con una alimentación complementaria. En estos casos, es importante estimar la cantidad de forraje verde que el animal consume en pastoreo, y aportar el alimento complementario consecuentemente. Dependiendo de las necesidades del animal, se podrá complementar la dieta únicamente con forraje (preferiblemente heno), con concentrado, o con ambos tipos de alimento.

¿Qué comen los caballos salvajes?

Llegados a este punto, ¿qué come un caballo salvaje? La dieta de los caballos silvestres es prácticamente idéntica a la que tienen los caballos domésticos que viven en un régimen extensivo. Estos animales se alimentan mediante pastoreo y ramoneo, y tienen una dieta basada en el consumo de hierba, flores, brotes, etc.

Ahora que ya sabes qué comen los caballos, aquí tienes algunas Curiosidades de los caballos que pueden parecerte interesantes.

¿Qué no incluir en la dieta del caballo?

Ahora que sabemos qué come un caballo tanto doméstico como salvaje, es preciso que mencionemos aquellos alimentos que no se deben incluir en la dieta de estos animales. Los mencionamos a continuación:

  • Alimentos de origen animal: como hemos explicado, los caballos son animales herbívoros que tienen un aparato digestivo adaptado a procesar y asimilar exclusivamente alimentos de origen vegetal. Por ello, todos los alimentos de origen animal (carne, pescado, leche, huevos, etc.) se deben excluir de la dieta de los equinos.
  • Alimentos ricos en almidón y azúcares: como pan, bollería, dulces, etc.
  • Alimentos tóxicos para los caballos: como el chocolate, el ajo, la cebolla, el puerro, las patatas, el aguacate, etc.
  • Alimentos indigestos: como brócoli, repollo, coliflor, coles de Bruselas, etc.
  • Alimentos destinados a otras especies animales: la comida para caballos está especialmente diseñada para cubrir las necesidades nutricionales y energéticas de estos animales. El hecho de aportar alimentos formulados para otras especies puede ocasionar desequilibrios nutricionales, y patologías digestivas o metabólicas, por ello únicamente se debe alimentar a los caballos con piensos formulados para la especie equina.