¿Cómo quitar la inseguridad y el miedo a un perro?
Los perros son muy sensibles y pueden experimentar diferentes emociones a lo largo de sus vidas que expresarán principalmente a través de su lenguaje corporal. Una de ellas es el miedo que cumple un rol clave para la preservación de su bienestar, pero cuando la conducta de un perro se vuelve excesivamente temerosa ante diferentes estímulos del día a día, esto suele indicar una baja confianza que no debería pasar inadvertida a los tutores.
Ello porque se ha comprobado que la inseguridad, el miedo excesivo y la ansiedad crónica reducen la esperanza de vida de los perros al hacerlos más susceptibles a numerosas enfermedades, así como mitigan su calidad de vida al impedirles disfrutar de las interacciones con otros individuos y entornos.
¿Miedo e inseguridad en perros son lo mismo?
¡No! Si bien pueden estar relacionados, el miedo y la inseguridad en perros no son lo mismo. El miedo es una de las emociones básicas que los perros sienten y resulta fundamental para su supervivencia, pues forma parte de los mecanismos de defensa que les permiten estar atentos y reaccionar en circunstancias de peligro inminente, ya sea para escapar o defenderse.
Por ende, el miedo es natural y hasta un perro seguro de sí y con un comportamiento equilibrado puede tener miedo. La diferencia clave es que, al haber sido correctamente socializado y haber tenido la posibilidad de desarrollar su confianza, este perro contará con un mayor número de recursos para gestionar sus emociones y lidiar con esta situación negativa de una mejor manera, entendiendo que solo debe recurrir a recursos extremos, como la agresividad, en contextos extremos (por ejemplo, cuando su integridad es claramente amenazada por el accionar de otro individuo).
Por lo contrario, un perro inseguro no ha tenido las mismas oportunidades de desarrollar su confianza o la ha "perdido" progresivamente debido a la exposición sistemática o continua a factores o contextos de miedo, estrés o aislamiento. En consecuencia, se vuelve más propenso a una conducta excesivamente miedosa que excede los límites de lo "natural y esperado" en el comportamiento de los perros.
¿Por qué un perro es miedoso o inseguro?
Por lo general, el miedo excesivo y la inseguridad en perros están asociados a tres principales factores: las experiencias vividas, la socialización del perro y su herencia genética.
Herencia genética
Respecto a la herencia genética, es importante tener en cuenta que algunas razas de perros son naturalmente más miedosas que otras, pero su predisposición hacia el temor puede variar ante los diferentes factores de miedo no social en los perros, como los ruidos fuertes, las alturas y el miedo a lo desconocido o a los extraños. En este sentido, el tamaño y la composición corporal parecen jugar un rol clave en la respuesta del perro ante el miedo, en especial ante los tres primeros factores, ya que los perros pequeños suelen ser más temerosos que los de talla grande.
Socialización
Así mismo, estudios confirman que, más allá del bagaje genético que cada perro "carga" desde su nacimiento, las interacciones con otros individuos, la educación que recibe y los entornos a los que se expone son determinantes para la respuesta de un perro en contextos de miedo o estrés, pues se relacionan directamente con un mayor o menor grado de desarrollo de la confianza en los perros. En este sentido, un perro que no ha aprendido a interactuar armoniosamente con otros individuos, estímulos y ambientes a lo largo de un adecuado proceso de socialización, tiende a mostrarse sumamente miedoso ante situaciones nuevas y/o inesperadas que, en definitiva, pueden formar parte del día a día de un perro común sin generar mayores sobresaltos.
Por ejemplo, encontrarse con perros desconocidos durante un paseo, recibir la visita de personas extrañas en su hogar o conocer un nuevo entorno durante unas vacaciones con sus tutores. Y es por ello que los perros que no han sido correctamente socializados son más predispuestos a una conducta temerosa.
Experiencias vividas
Pasando a las experiencias vividas, es importante entender que no hablamos solo de vivencias traumáticas asociadas a diferentes tipos de maltrato físico o psicológico que un perro puede sufrir. Si bien estas vivencias pueden conllevar al desarrollo no solo de miedo excesivo sino también de fobias, hay otras experiencias traumáticas que pueden reducir la confianza de un perro y aumentar su predisposición hacia el temor, como puede ser haber vivido mucho tiempo con una enfermedad que causaba mucho dolor.
Además, tanto el miedo excesivo como ciertas fobias en perros pueden derivar de una asociación negativa ante determinados estímulos u objetos. Por ejemplo, si tu perro ha tenido una experiencia negativa o ha sido expuesto de forma prolongada a ruidos que le producen temor, puede haber desarrollado un trauma o una fobia. En ambos casos, es posible que tu peludo asocie el sonido a ciertos objetos, personas, animales o ambientes, y tenga miedo incluso cuando el sonido no está presente, pero la "fuente ruidosa" sí. Algunos perros pueden esconderse solo de ver el secador o la aspiradora por asociar estos utensilios con su ruidoso sonido.
En casos más extremos, cuando un perro es separado prematuramente de su madre y sus hermanos para, luego, vivir en un estado de total aislamiento en un entorno poco (o nada) enriquecido, es posible que sufra el llamado "síndrome de privación sensorial", que lo lleva a desarrollar un pánico generalizado ante prácticamente cualquier estímulo en la edad adulta.
¿Cómo aumentar la seguridad de un perro?
Lógicamente, no podemos cambiar la información genética de un perro, pero sí podemos trabajar sobre los otros dos factores clave para su respuesta ante el miedo, que son la socialización y sus experiencias de vida, con el propósito de fortalecer su confianza y prevenir una conducta insegura y excesivamente miedosa. Así pues, ¿cómo quitar la inseguridad y el miedo a un perro? Veámoslo.
Respeta el destete natural antes de adoptar
Los dos primeros pasos para aumentar la seguridad de un perro son: respetar la edad del destete antes de separar los cachorros de su madre y sus hermanos, e invertir en su socialización temprana ale la pena recordar que, si bien el proceso de destete empieza en la 3ª o 4ª semana de vida de los cachorros, se recomienda que los cachorros permanezcan con su madre hasta dos 2 o 3 meses de vida.
Trabaja en su socialización
El periodo de socialización del perro comienza alrededor de las tres semanas y finaliza alrededor de los tres meses de vida. Durante este tiempo, los cachorros, primero, aprenden junto a su madre y hermanos los códigos fundamentales de su comunicación y conducta social, para luego reconocer cuáles son las llamadas "especies amigas". Por ello, es muy importante que tu mejor amigo empiece a ser presentado a diferentes estímulos, individuos y entornos en este período para que pueda asimilarlos más fácilmente como parte de su vida y rutina y aprenda a relacionarse con ellos de forma positiva.
Así mismo, si has decidido adoptar a un perro adulto o no has tenido la posibilidad de socializar a tu peludo cuando aún era un cachorro, debes saber que con paciencia y dedicación podrás socializarlo en esta etapa de su vida.
Gánate su confianza
Paralelamente y desde la llegada del perro a su nuevo hogar, es importante que dediques tiempo a ganar su confianza. La calidad del vínculo con su tutor influye (¡y mucho!) en la educación y el comportamiento de un perro, porque si un peludo no tiene la confianza de expresarse libremente en su propia casa y/o no puede relacionarse de forma amigable con su propio tutor, será mucho más difícil que se sienta lo suficientemente seguro para interactuar con otros individuos y entornos desconocidos. En definitiva, ¿cómo pedirle a un perro que no puede confiar en su tutor que confíe en los extraños?
Utiliza el refuerzo positivo
Por otro lado, es fundamental que elijas bien los métodos que utilizarás para educar a tu perro, pues serán determinantes para fortalecer o debilitar tanto vuestro vínculo como la confianza de tu peludo. El uso incorrecto del regaño, así como el encierro y el castigo físico, solo contribuyen en que tu perro te tenga miedo y se sienta confuso o inseguro en relación a su propia conducta. Nuestro consejo es que apuestes por el refuerzo positivo para estimular su aprendizaje y enseñarle las normas de buena convivencia.
Mantenlo ejercitado
También es importante que brindes a tu perro un adecuado nivel de actividad física. Los paseos diarios no solo le permitirán ejercitarse, sino también interactuar con una mayor diversidad de individuos, estímulos y entornos. A su vez, un buen enriquecimiento ambiental será clave para complementar la actividad física diaria de tu peludo y su estimulación mental, previniendo una serie de problemas de comportamiento relacionados con el estrés y el aburrimiento.
Como ves, cómo quitar la inseguridad y el miedo a un perro está totalmente relacionado con las atenciones que le ofreces y la forma que tienes de interactuar con él.
¿Cómo quitar el miedo a un perro?
No es posible ni recomendable quitar completamente el miedo a un perro, pues, como hemos visto, se trata de una emoción básica y fundamental para su supervivencia. Sin embargo, los consejos que explicamos en el anterior apartado te ayudarán a aumentar la confianza de tu perro y prevenir una conducta excesivamente temerosa ante diferentes factores.
Así mismo, los perros que padecen problemas más complejos, como las fobias, las estereotipias y un pánico generalizado asociado al síndrome de privación sensorial, suelen necesitar un tratamiento específico para superar las experiencias traumáticas que lo llevaron a tener dicho comportamiento. En este caso, lo mejor que puedes hacer es buscar la ayuda de un experto en etología canina para obtener un diagnóstico más preciso y, luego, establecer pautas de manejo compatibles con las necesidades de tu mejor amigo.
Además, si recientemente has adoptado a un perro e identificas señales de que ha sido maltratado, te recomendamos la siguiente lectura para ayudarlo a recobrar la confianza perdida: "