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Perros y gatos también padecen con frecuencia enfermedades neurológicas que afectan al cerebro

Las enfermedades neurológicas que afectan al cerebro son frecuentes en mascotas. Entre ellas, se encuentran enfermedades vasculares, de tipo ictus, malformaciones del cerebro, fracturas del cráneo... Tienen múltiples causas y dependen de muchos factores, entre ellos el país en el que habita la mascota.

En perros y gatos, las enfermedades neurológicas que afectan al cerebro son más frecuentes de lo que pensamos: se dan enfermedades vasculares, de tipo ictus, malformaciones del cerebro, fracturas del cráneo... Para que nuestras mascotas puedan vivir muchos años y con una buena calidad de vida.

 Las enfermedades del cerebro dan mucho miedo, pero los cuidadores deben saber que se pueden apoyar en veterinarios especialistas en neurología que sabrán qué les ocurre a las mascotas, les dirá los siguientes pasos y las formas de tratamiento más adecuadas.

Las enfermedades de este tipo que con más frecuencia vemos en nuestro centro son la epilepsia idiopática, las meningitis (inflamatorias o infecciosas) y los tumores intracraneales .

Las causas son múltiples y dependen de muchos factores. Por ejemplo, muchas de ellas dependen del país en el que habita la mascota. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este tipo de trastornos puede llegar a afectar a animales de cualquier tipo, raza o edad. 

En cuanto a la edad, esta especialista destaca que la epilepsia idiopática suele darse entre los 6 meses y los 6 años, la meningitis en general, a cualquier edad y los tumores intracraneales suelen afectar a animales mayores, entre los 8 y los 9 años.

¿Cómo saber si mi mascota tiene una enfermedad neurológica?

Los síntomas de las enfermedades neurológicas que afectan al cerebro dependen de la zona que se encuentra afectada. Algunas de las señales más frecuentes que pueden ayudarnos a identificar un trastorno de este tipo en nuestra mascota son los cambios de comportamiento repentinos, las marchas compulsivas, el andar dando vueltas, el ladeo de la cabeza, la falta de coordinación y las caídas, la imposibilidad para salir de una habitación y los ataques epilépticos.

Al identificar cualquiera de estas señales se ha de acudir de inmediato a un centro veterinario especializado, donde un neurólogo revisará la historia clínica del animal y hará un examen físico y neurológico completo, así como las pruebas diagnósticas necesarias (las más comunes son la resonancia magnética de la cabeza y, en muchos casos, la extracción de líquido cefalorraquídeo).

Seguido a esto, se valorará el tipo de tratamiento. "En el caso de la epilepsia, el tratamiento son los antiepilépticos. En algunos casos, se valora el tratamiento coadyuvante como cambios de dieta. En cuanto a la meningitis, depende de si es inflamatoria o infecciosa y generalmente se recomiendan antiinflamatorios y en algunos casos antibióticos. En los tumores, depende totalmente: cirugía, radioterapia, tratamiento médico, soporte...".