¿Dónde viven los osos polares?

¿Los osos polares viven en el Polo Norte o Sur?

Los osos polares viven exclusivamente en el Polo Norte, en concreto, su rango de distribución se ubica en los siguientes países:

• Canadá (Manitoba, Terranova, Labrador, Nunavut, Quebec, Yukón y Ontario).
• Groenlandia.
• Dinamarca.
• Noruega.
• Federación de Rusia.
• Estados Unidos (Alaska).
• Islandia (aunque solo se constata la presencia aislada de algunos individuos).

El grupo de especialistas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) considera que la población de osos polares está subdividida en 19 grupos o subpoblaciones que se distribuyen por las áreas mencionadas. Entre ellas ocurre un flujo genético y, aunque de forma algo limitada, también se produce intercambio demográfico.

El estado de las subpoblaciones se ha resumido de la siguiente manera: una ha aumentado, seis se encuentran estables, tres han disminuido y en el caso de las nueve restantes no hay datos suficientes como para hacer una estimación.

¿A qué temperatura pueden vivir los osos polares?

Los osos polares disponen de adaptaciones para vivir en condiciones extremas de temperatura, que son las que dominan en la zona ártica donde se desarrollan. En este sentido, aunque los osos polares también transitan en tierra firme, que es donde se reproducen, pasan gran parte del tiempo sobre el océano cubierto de hielo y en zonas donde la capa gélida se ha derretido, introduciéndose en el agua sin ninguna dificultad.

Las temperaturas del océano ártico van desde los -50 oC en invierno hasta los 0 oC en verano, de modo que los osos polares son capaces de resistir estas bajas temperaturas. Por otra parte, en la plataforma continental las temperaturas pueden elevarse considerablemente.

¿Cómo resisten el frío los osos polares?

A diferencia del resto de sus parientes, los osos polares están provistos de una serie de adaptaciones para resistir el frío y poder nadar en aguas heladas cuando la capa de hielo disminuye. Para ello disponen de un grueso pelaje, que les brinda la primera protección. Además, debajo de la piel, que es negra, cuentan con una gruesa capa de grasa que acumulan gracias a su alimentación carnívora y que es vital para soportar las condiciones climáticas de su hábitat.

Hábitat de los osos polares

Los osos polares habitan toda la región circumpolar del Ártico, pero su número va creciendo hacia las aguas cubiertas por una capa de hielo de menor profundidad y asociadas a la plataforma continental, ya que en estos lugares suele aumentar la disponibilidad de presas para alimentarse, debido a la interacción entre las placas de hielo y el agua líquida.

En la época de verano también es posible que se distribuyan por aguas abiertas y archipiélagos formados por placas aisladas de hielo. Además, pueden encontrarse en tierra firme en altas densidades. Por lo tanto, el hábitat de los osos polares está constituido principalmente por:

• Aguas congeladas del Ártico.
• Aguas abiertas estacionales en el verano.
• Regiones de tierra firme donde las hembras construyen sus madrigueras con el fin de tener a sus crías y esperar que se desarrollen lo suficiente para salir de ellas.

Hay que saber que los osos polares pueden quedar varados en tierra firme cuando se produce el descongelamiento de las capas de hielo en el verano. En este caso se ven obligados a transitar hacia otras áreas en busca de alimento, ya que para poder cazar a las focas, que son su principal fuente de alimentación, necesitan que esté presente la placa de hielo desde donde las capturan.

Al estar en tierra firme pueden transitar hacia la tundra ártica, un ecosistema cuyo suelo se encuentra congelado gran parte del año. Por otra parte, también es usual que lleguen a zonas de asentamientos humanos, ya que, al estar hambrientos, se sienten atraídos por los desechos que se acumulan en estos lugares.

Por qué el oso polar está en peligro de extinción

Los osos polares, como hemos mencionado, se consideran vulnerables por la UICN debido a los impactos que en la actualidad sufre la zona ártica por los efectos del cambio climático. Estos animales están cada vez más amenazados porque el calentamiento del Ártico es dos veces más rápido que el del promedio global. El derretimiento acelerado de este tipo de ecosistemas trae serias consecuencias ambientales a nivel planetario y, por supuesto, para estos úrsidos.

Además, estos animales son susceptibles a la contaminación humana y al impacto negativo que generan sus acciones en zonas a las que acceden cuando están en tierra firme. En otras palabras, los desechos humanos se han convertido también en un serio problema para la vida de los osos polares.