Tipos de cólicos en caballos
El cólico es una de las patologías más frecuentes y, por desgracia, más grave en los caballos. Cuando se utiliza el término cólico, se está haciendo referencia a una patología que afecta al intestino de cualquier especie incluida el hombre. De forma general y amplia se define como acceso doloroso, localizado en los intestinos y se caracteriza por violentos retortijones, dolor, sudores, etc. En el caballo se manifiesta como un dolor agudo abdominal y depresión, siendo una situación de verdadera emergencia, por lo que hay que avisar urgentemente al veterinario y explicarle la situación.
¿Cuál es el origen del cólico?
Un cólico es un síndrome que puede tener múltiples orígenes, por lo que se dice técnicamente que es de etiología multifactorial. No obstante, indistintamente hay un denominador común en el origen de los cólicos en caballos, que son cuidados inadecuados hacia el caballo.
¿Qué tipos de cólicos en caballos se pueden dar?
Se pueden observar distintos tipos de cólicos en caballos, entre los que destacan:
- Cólico flatulento. Se produce debido a la gran acumulación de gases por la fermentación bacteriana en el intestino. Da lugar a una gran distensión de la pared gástrica y abdominal. El animal suele sufrir un gran dolor agudo y se suele dar ante ingestas elevadas y sin control de pienso.
- Cólico obstructivo. Este tipo de cólico suele ser debido a una obstrucción en alguna parte del aparato digestivo, sobre todo en los estrechamientos naturales. Se debe a la ingesta de paja de mala calidad y poco digerible por el animal, o bien a la ingestión de materiales extraños, tipo madera.
- Cólico espasmódico. Principalmente se suele dar por la ingestión de agua fría o bien debido a procesos infecciosos que cursan con diarreas.
- Cólico isquémico. Suele producirse debido a la disminución del riego sanguíneo en la pared abdominal provocada por parásitos, los más frecuentes son los estróngilos.
Síntomas de un cólico en caballos
Dependiendo del tipo de cólico, preponderan más unos síntomas que otros, aunque es difícil saber el tipo de cólico por los síntomas observados.
En el caso del cólico flatulento, la frecuencia cardíaca está entre 70 y 90 pulsaciones por minuto (cuando los valores normales en un caballo sano es entre 28 y 40), el animal no quiere estar de pie, se observa una ausencia de sonido en las tripas y sudoración profusa. En el cólico obstructivo, un cólico más severo que el anterior, la frecuencia cardíaca es más alta, el caballo deja de defecar y se mira el flanco. Mientras en el caso del cólico espasmódico, al caballo le suenan las tripas, escarba, se mira al flanco de forma intermitente y la frecuencia cardíaca está entre 40 y 65. Por último, en el cólico isquémico, la frecuencia cardíaca puede llegar a ser muy alta y alcanzar hasta las 150 pulsaciones por minuto, el caballo suda profusamente, hay depresión y puede entrar en estado de shock.
Una vez detallados los síntomas de un cólico en caballos, vemos como para identificar si puede padecer esta condición o no debemos prestar atención a la frecuencia cardíaca del animal y observar si presenta dificultad a la hora de defecar, depresión, etc. Al final, será el veterinario quien determine qué tipo de cólico tiene y cuál debe ser su tratamiento.
¿Cómo se trata un cólico en caballos?
Desde luego, el mejor tratamiento para un cólico en caballos es que este nunca se produzca o reducir al mínimo posible la probabilidad de padecerlo. Para prevenir un cólico en caballos, se recomienda:
- Cuidar la boca de los caballos mediante el limado de dientes (siempre realizado por un veterinario).
- Proporcionar al animal agua limpia y templada.
- Administrar forrajes de buena calidad.
- Tener una rutina alimentaria.
- En animales que están sueltos en zonas con arena, proporcionarles un gel especial vía oral de forma regular, para que expulsen la arena que hayan podido comer.
- Desparasitar al animal regularmente (bajo supervisión veterinaria) y seguir el plan de vacunación.
- Mantener una cama limpia.
- Reducir el estrés del animal.
- Mover al caballo a diario.
En el caso de sospechar que el animal está sufriendo un cólico, es necesario avisar de inmediato al veterinario y seguir los consejos que este proporcione. No obstante, se recomienda siempre poner en marcha las siguientes medidas:
- Quitar el alimento al caballo y dejarle agua disponible.
- Si el caballo se ha tumbado, hay que intentar levantarlo. Un buen consejo es moverlo pero sin cansarle.
- Cualquier otra recomendación que haga el veterinario.
El tratamiento curativo de un cólico depende de la causa que lo produce. Solo el 10% de los cólicos necesitan cirugía, por lo que el tratamiento para el cólico en caballos general que realiza el veterinario suele ser:
- Sondaje naso gástrico. Reduce la tensión del estómago, pues permite evacuar los gases allí formados y se realiza un lavado de estómago.
- Palpación rectal. El veterinario introduce el brazo por el ano y recto del animal y limpia la última porción del intestino.