Tipos de reptiles herbívoros
Hay muchos aficionados a los reptiles a quienes les gustaría iniciarse en su adopción y poseer alguno muy fácil de mantener. Sin embargo, la mayoría de reptiles habituales en las tiendas de mascotas tienen un factor común que echa para atrás a estos aficionados primerizos: casi todos los reptiles en adopción son insectívoros.
Esto les desagrada a estos aficionados por diversos motivos. Uno muy importante es que los insectos les provocan repelús. Otro factor a tener en cuenta es que deben realizarse incesantes viajes a la tienda para proveerse de alimento vivo, el cual con frecuencia se escapa y coloniza la casa. Unos grillos escapados en el interior de un hogar pueden sumir en un insomne desespero a sus moradores. Tampoco es agradable para muchas personas hacer una colonia de grillos en el hogar.
Las tortugas de tierra
Sin duda los reptiles mascotas herbívoros más frecuentes son las tortugas terrestres. Además, también son las más fáciles de mantener si se tienen en cuenta dos premisas básicas: es necesario un jardín (aunque sea minúsculo), y que el ejemplar escogido sea compatible con las temperaturas reinantes en nuestro entorno.
El hecho que se precise un jardín está motivado por la necesidad que las tortugas tienen de hibernar, cosa que en un piso no pueden realizar porque precisan enterrarse en la tierra para proceder a la hibernación. Si no pueden hibernar las tortugas terrestres mueren muy pronto. El tema de la temperatura ambiente también es importante si queremos disfrutar de una tortuga saludable y feliz. Descubre algunas especies de tortugas de tierra.
Tortugas terrestres mediterráneas
Las tortugas terrestres mediterráneas son fáciles de mantener, ya que su rango vital de temperatura es muy amplio y su alimentación se basa en vegetales al alcance de cualquiera. Seguidamente ponemos un par de ejemplos:
- La tortuga mediterránea, Testudo hermanni, es una mascota herbívora muy habitual. Es conveniente señalar que a estas tortugas no les conviene la fruta, ya que les produce diarrea. Es mucho mejor que su alimentación se base en verduras verdes: alfalfa, lechuga, berros, romero, salvia, trébol, canónigos y cualquier planta o flor del jardín.
- La tortuga mediterránea del Este, Testudo hermanni boettgeri, es de coloración más pálida que la anterior y su rango de temperatura es levemente inferior. Procede de la zona balcánica. Su alimentación comprende las endivias, espinacas, trébol, milenrama, diente de león, cardos, melisa y otras muchas plantas silvestres (hasta 60 especies de plantas). La ingesta de frutas debe ser mínima y siempre madura.
Ambas especies en el jardín se alimentan opcionalmente de pequeños insectos y de caracoles (el calcio de su caracola les conviene mucho). No obstante, también les podemos aportar calcio mediante preparados que encontraremos en cualquier comercio de animales.
Tortugas mexicanas
Existen diversas especies de tortugas mexicanas, aunque todas ellas están amenazadas. Uno de los motivos de esta amenaza, entre otros, es la extracción de animales salvajes para su venta. Debemos luchar para erradicar este tipo de comercio. Las mascotas deben provenir siempre de criaderos homologados o de entidades de rescate de animales exóticos. Seguidamente señalamos un par de especies de tortuga terrestre mexicana:
- Tortuga de matorral de Sinaloa, Gopherus egvoodei. Especie amenazada, cuya característica es que su caparazón es más plano que el de la mayoría de tortugas terrestres.
- Tortuga del desierto, Gopherus agassizii. Esta tortuga habita los desiertos de Mojave y Sinaloa. Puede llegar a pesar 7 kg. Se halla amenazada.
Tortugas argentinas
Existen 2 especies de tortuga terrestre argentina. Ambas amenazadas por la destrucción de su hábitat y por el comercio de mascotas.
- Tortuga terrestre argentina, Chelonoidis chilensis. Especie endémica de los arbustales áridos argentinos. Especie amenazada. Entre diversas plantas y frutas también consume cactus. Es la especie más austral de tortuga.
- Tortuga del Chaco, Geochelone chilensis. Especie originaria de Mendoza, San Luis, Córdoba y Paraguay. Tienen un tamaño pequeño (20 cm), y están amenazadas. Su hábitat es la sabana y zonas de matorral y espino.
Tortugas colombianas
Colombia es un país muy rico en tortugas terrestres, en el que se cuentan hasta 27 especies. Es el 7º país del mundo en diferentes tortugas terrestres y semiacuáticas, y el 2º del continente sudamericano tras Brasil. Las cuencas del río Orinoco y de río Amazonas son los territorios donde proliferan la mayoría de especies de tortuga en Colombia. Desafortunadamente más de diez especies están amenazadas.
El desarrollo, las comunicaciones y la ganadería han alterado el hábitat ancestral de diversas especies de tortuga. La captura con destino a las tiendas de mascotas también ha influido negativamente. Seguidamente mostramos los dos especies plenamente terrestres de las 27 catalogadas. El resto son semiacuáticas.
- Morrocoy, Chelonoides carbonaria. Esta tortuga es omnívora, diurna y de tamaño medio. Puede alcanzar los 51 cm de largo. A nivel mundial no está amenazada, pero a nivel de Colombia su situación es crítica. Esto se debe a la destrucción de su hábitat, y a la caza ilegal de crías con destino al mercado de mascotas.
- Morrocoy de patas amarillas, Chelonoidis denticulata. Tortuga terrestre de tamaño grande que puede llegar a los 82 cm de largo. Su longevidad alcanza los 80 años. Su hábitat son los bosque profundos que existen en las cuencas del Amazonas y Orinoco. Está muy amenazada a todos los niveles por la destrucción de su hábitat y por el comercio ilegal de huevos y crías.
El lagarto de cola espinosa del Sahara
El lagarto de cola espinosa del Sahara, Uromastyx geyri, pertenece al género Uromastyx compuesto por más de 20 especies que pueblan las zonas desérticas y predesérticas del norte de África, India, Asia central y Oriente medio.
Mide un promedio de 35 cm de largo y 250 gr de peso. Es una de las especies menores entre los lagartos Uromastyx. Sus hábitos son diurnos, alimentándose de hierba, flores y ocasionalmente de pequeños insectos.
De talante tranquilo, si se pone nervioso o se siente atacado utiliza la cola como látigo, tal como hacen los lagartos del mismo género. Sus colores habituales pueden ser el rojo, naranja o amarillo sobre fondo oscuro y con puntos más claros que tachonan todo su lomo y flancos. Habita las zonas rocosas semiáridas de Argelia, Nigeria y Mali.